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23 de mayo de 2015

TENEMOS UN MAPA EN EL CEREBRO

GPS CEREBRAL

Gracias a un sofisticado sistema de posicionamiento cerebral sabemos dónde estamos. 
El primero en apuntar su existencia fue John O'Keefe, profesor en el Instituto de Neurociencia Cognitiva de la University College de Londres, que identificó un tipo de neuronas del hipocampo que siempre se activaba cuando una rata estaba en un lugar de una habitación.
Tres décadas después, la pareja de neurocientíficos formada por May-Britt y Edvard Moser descubrió una célula nerviosa, a la que llamaron célula 'grid' o rejilla, que genera un sistema de coordenadas y permite un posicionamiento preciso y la búsqueda de caminos. Dicho de otro modo, encontraron la célula que genera un mapa del espacio que nos rodea.
Y resulta que está situada en la corteza entorrinal, que también se ocupa de la memoria autobiográfica y de tareas visuales complejas como el reconocimiento de caras. Los tres investigadores fueron premiados en 2014 por el codescubrimiento del GPS interno del cerebro humano.
Y no son los únicos que se han afanado en entender y explicar cómo funciona el cerebro humano. Investigadores del Instituto Kavli de Neurociencia en EEUU han demostrado que el funcionamiento de nuestro cartógrafo interno es sorprendentemente similar al de Google Maps.
Los investigadores aseguran que cuando se archivan en el hipocampo, los planos con mayor resolución y nivel de detalle se colocan arriba, mientras los más grandes y 'toscos' se sitúan debajo. Y del mismo modo que cuando manejamos Google Maps, cada vez que cambiamos de perspectiva necesitamos 'cargar' un nuevo mapa en nuestra 'pantalla mental'.
Perder esta capacidad puede ser terrorífico. Y si no que se lo pregunten a la primera enferma conocida de Desorientación Topográfica Congénita (DTD, por sus siglas en inglés), una mujer de 43 años que se perdía incluso dentro de su propia casa. Desde la infancia, sus familiares la habían acompañado al colegio cada día, y a lo largo de toda su existencia nunca había logrado salir a la calle sola sin extraviarse.
La desorientación espacial también afecta a los enfermos de alzhéimer, en esencia por el progresivo deterioro de las neuronas de red del hipocampo, esa región del cerebro con forma de caballito de mar que funciona como sede central de la función de navegación y del aprendizaje
La rapidez del GPS interno no coincide en hombres y mujeres. El neurólogo Matthias Riepe, de la Universidad de Ulm en Alemania escaneó el cerebro de veinticuatro individuos, la mitad de ellos hombres y la otra mitad mujeres, mientras buscaban una ubicación en un espacio que no les era familiar. Mientras ellos tardaron por término medio 2 minutos y 22 segundos, a ellas les llevó 3 minutos y 16 segundos encontrar el camino.
Lo que parece evidente es que resulta bastante positivo confiar en nuestro GPS interno y no abusar en exceso de la tecnología, porque utilizar mapas digitales y sistemas GPS cada vez que nos desplazamos de un lugar a otro podría 'encoger' nuestro cerebro. Según un estudio canadiense de la Universidad McGill, al comparar la anatomía cerebral de sujetos habituados a usar los aparatos de navegación por satélite y de individuos que no lo usan, los científicos comprobaron que los primeros tenían menor volumen de materia gris en el hipocampo.

SANGRE UNIVERSAL

  LOGRAR UNA SANGRE UNIVERSAL

Como ya sabrás, la sangre puede ser de cuatro tipos distintos: A, B, AB y 0. Se diferencian básicamente, en unos azúcares que rodean la superficie de los glóbulos rojos sanguíneos. El núcleo de la estructura de dicho azúcar es igual en las sangres de tipo O, A y B, aunque difieren en un azúcar adicional en la punta de esta estructura. Mientras el tipo A incluye N-acetilgalactosamina, el tipo B posee galactosa. Por su parte el tipo AB tiene una mezcla de ambos.

Estas pequeñas diferencias son mucho más importantes de lo que se podría pensar en un primer momento, pues generan insalvables incompatibilidades a la hora de donar y recibir tanto sangre como órganos en caso de necesidad.

Las personas que tienen una sangre del grupo 0 son donantes universales, pues su sangre es compatible con todos los otros grupos. Sin embargo, sólo pueden recibir sangre de personas con su mismo grupo sanguíneo. Por su parte, quienes son  del grupo AB son conocidos como receptores universales, pues pueden recibir sangre de cualquier tipo.

Desde los años 80, cientos de investigadores han estudiado varias alternativas para conseguir cambiar la sangre de las personas y conseguir una “sangre universal”. Sin embargo, como explica Stephen Withers, de la University of British Columbia, “una limitación importante siempre ha sido la eficiencia de las enzimas. Se necesitaba una ingente cantidad de enzimas”.

La ciencia está más cerca de lograr una sangre universalUna sangre universal acabaría con la incompatibilidad | Foto: Cienciaxplora
Un estudio publicado recientemente en el Journal of the American Chemical Society podría terminar con este problema.

Varios científicos del Centro para la Investigación de la Sangre y el departamento de Química de la University of British Columbia han dado un paso adelante para conseguir crear una enzima que evite incompatibilidades entre donantes y receptores.

En esencia, la idea es la misma que hace 30 años: encontrar una enzima que “limpie” los azúcares que rodean los glóbulos rojos de la sangre. Para ello, el grupo de Withers y sus colegas hicieron mutar una bacteria a lo largo de varias generaciones para conseguir una enzima lo suficientemente potente. El organismo utilizado fue Streptococcus pneumoniae, y los científicos consiguieron que la enzima obtenida fuera 170 veces más eficaz que la enzima inicial.

Todavía no se ha conseguido una enzima absolutamente perfecta, pero el camino parece despejado para que, no dentro de muchos años, la incompatibilidad sanguínea no sea más que un problema del pasado.

NUEVA FORMA DE DETECTAR EL CONSUMO DE COCAÍNA

 HUELLA DACTILAR 

Investigaodres ingleses han desarrollado una nueva prueba no invasiva que puede detectar el consumo de cocaína a través de una simple huella dactilar. Por primera vez, este nuevo método de huellas digitales puede determinar si se ha ingerido cocaína.

Dirigido por la Universidad de Surrey, Reino Unido, emplearon diferente tipos de una técnica de análisis químico conocida como espectrometría de masas para analizar las huellas dactilares de los pacientes que asisten a los servicios de tratamiento de adicción a las drogas.

Antes solo se podía demostrar si habían tocado cocaína
En la investigación, publicada en la revista 'Analist', los expertos analizaron estas huellas en comparación con muestras de saliva, más comúnmente utilizadas, para determinar si las dos pruebas se correlacionaban. Aunque las pruebas de huellas anteriores han empleado métodos similares, sólo han sido capaces de demostrar si una persona había tocado la cocaína, y no si realmente la había consumido.

"Cuando alguien ha tomado cocaína, excretan rastros de benzoilecgonina y methylecgonine a medida que metaboliza el fármaco, y estos indicadores químicos están presentes en los residuos de las huellas digitales", explica el autor principal, Melanie Bailey, de la Universidad de Surrey.

Éste método no puede ser falsificado
"Lo bueno de este método es que, no sólo es no invasivo y más higiénico que las pruebas de sangre o saliva, sino también que no puede ser falsificada", destaca. Bailey. "Por la propia naturaleza de la prueba, se revela la identidad del sujeto dentro de los propios detalles de las huellas dactilares", agrega.

Se prevé que esta la puedan emplear las fuerzas del orden en la próxima década. "Sólo estamos limitados por el tamaño de la tecnología actual. Las empresas ya están trabajando en espectrómetros de masas miniaturizados y en el futuro se podrían desarrollar pruebas de drogas de huellas digitales portátiles. Esto ayudará a proteger al público y, de hecho, proporcionar una prueba mucho más segura para los consumidores de drogas", concluye Bailey.