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14 de diciembre de 2014

MEDIDAS CONTRA LA ANEMIA

          ARMAS CONTRA EL CÁNCER DE SANGRE

La palabra "anemia" se utiliza muchas veces como síntoma de cansancio. Sin embargo, se trata de un trastorno detrás de desórdenes hematológicos que, aunque poco frecuentes, pueden tener grave impacto en la calidad de vida e incluso comprometerla. Es el caso de enfermedades como los síndromes mielodisplásicos, la beta talasemia o la anemia de células falciformes (SCD, de sus siglas en inglés) que, con diferentes pronósticos, se caracterizan por un rasgo común: el organismo no puede mantener un nivel adecuado de glóbulos rojos y la anemia se presenta y lo hace para quedarse.
En el congreso de la Sociedad Americana de Hematología, que se celebra estos días en San Francisco, la anemia ha sido lógicamente una de las grandes protagonistas. Diversas investigaciones han probado nuevas estrategias para incentivar la producción de glóbulos rojos sanos. El objetivo: contar con nuevas alternativas terapéuticas a la más utilizada actualmente, los agentes estimulantes de la eritropoyesis que no son eficaces para todo el mundo. De hecho, las personas que no responden a esta terapia requieren de transfusiones sanguíneas con regularidad: una estrategia cara, que consume mucho tiempo del paciente y de los recursos sanitarios y que, además, puede arrastrar complicaciones como la sobrecarga de hierro.
Los síndromes mielodisplásicos (MDS) son un tipo relativamente frecuente de cánceres sanguíneos y su tratamiento permanece como un desafío para los investigadores del todo el mundo. Un estudio en fase II ha demostrado la eficacia de un nuevo fármaco, sotatercept, en pacientes con MDS resistentes a la terapia habitual. Se trata de una proteína de fusión de los receptores de la activina, una nueva clase de mediamentos de los que se ha hablado mucho en este congreso.
En el caso concreto de sotatercept, la terapia, administrada cada tres semanas durante cuatro dosis, consiguió reducir la necesidad de transfusiones y los días de estancia hospitalaria. Aunque se trata de un estudio preliminar, los investigadores dirigidos por Rami Komorkji, del Moffitt Ancer Center de Tampa, concluyeron que se trataba de un agente prometedor que podría reducir la carga de las transfusiones frecuentes.
Un fármaco de la misma clase, el luspatercept, también se mostró prometedor para otro trastorno hematológico para el que no suele funcionar las terapias clásicas, en este caso la enfermedad hereditaria beta talasemia. En un estudio dirigido por Antonio Piga, de la Universidad de Turín, se observó que aumentaba la hemoglobina y reducía la carga de la transfusión en más de un 60%, además de la sobrecarga de hierro y de ayudar a curar otro efecto adverso de la enfermedad, la formación de úlceras en las piernas.
Como explicó la profesora del Children's Hospital de Wisconsin Julie Panepinto, se trata de "un nuevo tipo de medicamentos que llama al optimismo".
Otro trabajo también ofreció buenos resultados para la anemia de células falciformes, en este caso utilizando un componente que se vende sin indicación y sin receta en herbolarios de medio mundo, la L-glutamina. Sin embargo, el trabajo presentado en San Francisco se ha hecho con una versión controlada de la sustancia y consiguió en un estudio en fase 3 reducir las crisis de los 230 participantes, disminuir el tiempo de hospitalización en los que requerían de esta y, por último, reducir también la estancia hospitalaria. "Se trata de un efecto en cascada", resumió el autor principal del estudio, Yutaka Niihara, presidente de la empresa que pretende comercializar una versión "más segura" del compuesto natural ya que, según Niihara, "las que se venden sin receta varían muchísimo de calidad", lo que hace difícil recomendar su prescripción ya que, según su estudio, los pacientes requerirían de dosis muy elevadas del producto.

MASTECTOMÍA

  LA MASTECTOMÍA Y LA RECONSTRUCCIÓN

Sólo el 30% de las mujeres con cáncer de mama que terminan en mastectomía (extirpación del pecho) se someten a una reconstrucción mamaria. Aunque no hay datos sobre las razones por las que el resto no accede a esta operación, la Asociación Española Contra el Cáncer (Aecc) y la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (Secpre) hacen un llamamiento conjunto con el objetivo de que las pacientes que están en esta situación reciban el asesoramiento adecuado sobre sus posibilidades.
"Creemos que la mayoría no se reconstruye por falta de información", remarca Marta García Redondo, secretaria general de la Secpre y médico adjunto del servicio de Cirugía Plástica del Hospital La Paz de Madrid.Por un lado, tanto las pacientes como los médicos "le dan más importancia, como es lógico, a salvar la vida", dejando en un segundo plano "el aspecto funcional de la reconstrucción", que a veces incluso se puede realizar de forma inmediata, en la misma intervención de la mastectomía. Por eso, según García Redondo, el momento idóneo para informar a los pacientes de las posibilidades de reconstruccion mamaria y las distintas técnicas existentes es cuando el especialista transmite el diagnóstico al afectado.
El problema, agrega, es que esa información la suele comunicar un ginecólogo o un oncólogo, pero no suele haber un cirujano plástico, que es quien puede valorar la pertinencia de la operación plástica (existen contraindicaciones, por ejemplo, si el paciente tiene una psicopatología importante, si el cáncer está muy avanzado o si tiene una enfermedad sistémica grave -como enfermedad pulmonar grave-) y la mejor técnica para cada caso (con implantes, tejido autólogo o técnica mixta)."Desde la Secpre creemos que es necesario contratar más cirujanos plásticos en la sanidad pública", apunta la experta. Por otro lado, continúa, las mujeres deben saber que "la reconstrucción está cubierta por el sistema nacional de sanidad". No se trata de "una especialidad de lujo, ayudamos a mejorar la calidad de vida de pacientes quemados, con malformaciones congénitas, etc.".
Desde su punto de vista, Patrizia Bressanello, psicóloga y responsable del servicio Infocáncer de la Aecc, esboza que muchas de las llamadas y las consultas que reciben están relacionadas con la reconstrucción. "Es el tema que más dudas genera y del que menos información reciben".
La mastectomía, expone la psicóloga, es uno de los procesos de esta enfermedad que más malestar produce. "El hecho de verse sin pecho y con una cicatriz es difícil y a veces requiere apoyo emocional". Si la reconstrucción es posible y además puede realizarse de forma inmediata, se minimiza el impacto porque la paciente no se verá sin pecho. Para ello, la información es básica. No obstante, aclara, "el hecho de que no pueda realizarse la reconstrucción o la paciente no quisiera [porque prefiera no pasar por otra operación] no siempre es necesaria para la recuperación emocional, no significa que no pueda integrar su nueva imagen a su día a día y recuperarse emocionalmente". Depende de cada caso. Por esta razón, el asesoramiento debe ser individualizado y la información debe ser "rigurosa" y "clara".
"Abogamos por que la mujer se informa, que sepa que existen posibilidades de reconstrucción y que consulte con su médico", comenta Bressanello.
"Igual que las pacientes tienen derecho a tratarse correctamente, hay que normalizar la reconstrucción mamaria y animar a que todo el mundo se informe sobre esta posibilidad", afirmó la secretaria general de Secpre, la doctora Marta García Redondo.

PIEL ARTIFICIAL

          PIEL ARTIFICIAL PARA PRÓTESIS 

El último avance científico lo propone un grupo de investigadores de Corea del Sur. Han desarrollado piel artificial capaz de medir la humedad, la temperatura y la fuerza. Variables con las que una persona amputada podría mejorar notablemente su calidad de vida.
Las prótesis que se usan hoy en día, permiten movimientos muy limitados, abrir y cerrar la mano. Sin embargo, no facilitan la detección de objetos calientes y fríos y tampoco ayudan a modular la fuerza que requiere sostener, por ejemplo, un plato de plástico u otro de cerámica.
Avances que, a nivel de laboratorio, sí empiezan a superarse. Sin ir más lejos en febrero de este año, se presentó lo que se consideraba un gran logro en el campo de las manos biónicas: una prótesis artificial con retroalimentación. A través de varios sensores unidos a cada tendón de cada dedo, la nueva mano artificial (probada en un paciente) usaba dichos sensores para comprender el nivel de fuerza que el paciente ejerce cuando agarra un objeto y, en función de si es necesaria más o menos intensidad, enviar una señal eléctrica para estimular los nervios sensoriales con el objetivo de modular dicha fuerza para completar diferentes acciones en tiempo real. Creaba una especie de canal directo de información entre el cerebro de la persona y la prótesis.
Ahora, el artículo que se acaba de publicar da un paso más allá. El equipo responsable, de la Universidad Nacional de Seúl, ha creado piel artificial para cubrir las prótesis. "La novedad del anterior trabajo no se centraba tanto en sensaciones como en hacer de interfaz con el sistema nervioso. El cerebro interpretaba los mensajes de los sensores como sensaciones de una mano natural". En este caso, el objetivo de la investigación es desarrollar piel artificial que permita medir variables como la humedad, la temperatura y la fuerza. Además, la han diseñado flexible, de forma que pueda adaptarse a los movimientos de la mano.
De esta forma, la persona amputada podría modular la presión de los dedos para escribir en el teclado de un ordenador, sentir cuándo un plato está frío o caliente y distinguir cuándo una superficie está mojada o seca.
Incluso podría tocar la piel de un bebé sin que éste se estremeciera. Además de un entramado de sensores y electrodos, esta estructura incluye también un sistema por el que mantiene la temperatura del cuerpo, por lo que si se toca con la otra mano, no notará la fría sensación del metal de la mano biónica.
Uno de los grandes retos en este campo es controlar este tipo de prótesis (manos) de una forma lo más parecida a como se hace naturalmente. Una tarea complicada, sobre todo teniendo en cuenta que la mano "tiene hasta 27 grados de libertad de movimiento". Así como en la muñeca tenemos dos grados (la flexión y la abducción), en la mano hay muchas articulaciones y muchas posibilidades de movimiento". De hecho,  "el 30% de la corteza motora está dedicada precisamente a la mano, lo que hace ver la complejidad de la misma".
El segundo reto es la retroalimentación, una línea en la que se ha avanzado con el trabajo presentado en febrero de este año y, en tercer lugar, la investigación también está tratando de salvar los problemas de biocompatibilidad. Al final, el cuerpo tiende a rechazar los sensores implantados. Lo que se hace es "coger el nervio, cortarlo y pegar el electrodo en la cabeza del nervio cortado". Funciona, pero "con el tiempo se reduce la eficacia".

SE DETIENE LA VACUNA CONTRA EL ÉBOLA

 LA VACUNA CONTRA EL ÉBOLA Y SUS EFECTOS

Una prueba clinica de una vacuna contra el ébola desarrollada por Merck y NewLink ha sido interrumpida temporalmente como medida de precaución después de que cuatro pacientes se quejaran de sufrir dolores en las articulaciones,.
"Son pruebas para la seguridad en humanos, que comenzaron en Ginebra el 10 de noviembre, y está previsto que se reanuden el 5 de enero en hasta 15 voluntarios tras exámenes para asegurar que los síntomas de dolor en las articulaciones de manos y pies hayan sido "benignos y temporales". Un total de 59 voluntarios han sido vacunados hasta ahora.
Los investigadores en Ginebra han informado el 2 de diciembre que las primeras personas inyectadas con la vacuna experimental Ébola no habían tenido efectos secundarios graves hasta ahora, aunque algunos experimentaron fiebre leve.
Según han explicado, cuatro pacientes han reportado dolores en las articulaciones en la segunda semana que habían durado algunos días. Esta primera fase de la prueba está previsto que continúe durante otra semana.
El equipo de Ginebra ha decidido tomarse un tiempo para entender lo que está sucediendo. Esta precaución de suspender momentáneamente la prueba es habitual y clásica en todos los ensayos clínicos.
El equipo estaba en estrecho contacto con investigadores en Estados Unidos, Alemania, Canadá y Gabón que están llevando a cabo la misma prueba con la vacuna de Merck y NewLink, pero estos centros no han observado síntomas de inflamación en sus voluntarios hasta la fecha.